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Martes, 30 de Octubre de 2007

Simples conocidos y residentes en la cárcel

Las relaciones entre la banda armada y Al Qaeda se reducía al simple colegueo penitenciario entre sus presos

PÚBLICO.ES ·30/10/2007 - 00:20h

Henry Parot

EL BULO: Direcciones carcelarias y el diario ‘Gara'

Los conspiradores encontraron un pequeño filón para airear las supuestas relaciones ETA-Al Qaeda en las cárceles. Las direcciones de unos reclusos en manos de las de los otros, confidencias de amistad y el diario Gara en manos de presos yihadistas dieron pie a una nueva ofensiva cuyos principales protagonistas fueron Henri Parot y Abdelkrim
Benesmail.

Ambos fueron citados a declarar porque en la celda del segundo se encontraron notas en las que aparecían el nombre y la dirección de éste. Benesmail era, además, amigo de uno de los suicidas, Lamari, pero nunca estuvo imputado en el 11-M. Los agujerólogos encontraron en las declaraciones del ex director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera, un aliado.

LA VERDAD: El renuncio de Díaz de Mera

Parot, etarra francés detenido en 1990, negó conocer a Benesmail o haberle dado la receta de la cloratita. Días más tarde, un experto policial insistía que la relación entre presos de ETA y yihadista era el típico compañerismo de patio de cárcel, y que si a los segundos se les veía de vez en cuando con el Gara entre las manos no era por afinidad ideológica, sino porque los presos suelen utilizar los periódicos como mantel. El 21 de mayo un agente con 25 años en la lucha antiterrorista aseveró: "No existe ningún dato objetivo que vincule a ETA con el 11-M".

La negativa de Díaz de Mera a revelar la identidad de la "fuente" que, según él, le habló de un informe manipulado y la posterior declaración de este policía dieron el portazo definitivo a este agujero.