‘No’ a un agua más cara
Los ciudadanos rechazan una subida de tarifas, aunque España es de los países europeos donde es más barata.
El agua es un bien escaso y, sin embargo, se derrocha. Es la opinión mayoritaria de los españoles, según una encuesta elaborada por la Fundación BBVA. En todo caso, y frente a esta paradoja, los consumidores se niegan a cualquier medida económica que haga disminuir el despilfarro. Ya que el recurso hídrico escasea, las administraciones podrían restringir su uso, incrementar los impuestos o subir directamente el precio, pero la mayoría de los encuestados se opone a las tres medidas.
Los españoles estiman que el precio del agua en España es "adecuado" (52%) o "alto" (37,4%). Sólo el 4,6% cree que el coste es bajo. Esta opinión contrasta con los precios que se pagan en otros países de nuestro entorno. En España, cada ciudadano paga en la factura del hogar: 1,28 euros por m3 de media, uno de los precios más baratos de Europa. En Dinamarca se la tarifa alcanza los 4,5 euros el m3 y en Suiza, 4,1, los más caros del continente. Sólo son más baratos Lituania (0,64) e Italia (1,15), según datos de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento.
El coste anual de los servicios de agua en España, que incluye la captación, transporte, extracción de aguas subterráneas, distribución y saneamiento, asciende a más de 6.330 millones de euros. Sin embargo, el precio que se paga en el hogar por tener agua potable en el grifo es inferior a 15 euros mensuales, salvo en las islas y en Murcia, donde no llega a 20 euros. Además, la cuota es inferior a 10 euros al mes en la mayoría de las capitales de provincia.
Ante la negativa de encarecer el precio del agua, los españoles prefieren que se hagan infraestructuras para solucionar los problemas de escasez. Es decir, actuar sobre la oferta y no sobre la demanda. Las soluciones con las que se muestran de acuerdo los entrevistados son, con más del 70% de aceptación, la construcción de presas y pantanos, las desaladoras y los trasvases entre ríos. Sin embargo, más de un tercio apunta que las tres actuaciones tendrían repercusiones negativas en el medio ambiente. La encuesta se realizó a 2.000 personas mayores de 15 años, a través de una entrevista personal el pasado mes de junio.
Subida de la luz "renovable"
La encuesta también aborda las tarifas eléctricas. El estudio refleja un apoyo al incremento de la tarifa de la luz, si proviene de fuentes renovables. La gran parte de los encuestados opina que debería haber tramos en la tarifa eléctrica en función del consumo y que sea más cara a medida que se gasta más.
Pero, como ocurre con las tarifas del agua, cuando se pregunta si son partidarios de incrementar el precio de la factura, tanto de empresas como de hogares, la respuesta es un contundente NO.
Sin embargo, a la pregunta de si estaría dispuesto a pagar más si la electricidad procediera de fuentes renovables, el 54% se mostró a favor, aceptando la mayoría una subida del 10%.
En el precio de la gasolina se refleja también una negativa rotunda al aumento de los impuestos sobre el carburante como medida para reducir el uso del automóvil. Los encuestados prefieren que se restrinja el uso del vehículo privado a que se toque el precio.
Más gasolina
En un plazo de cinco años, más de las tres cuartas partes de los entrevistados considera probable que aumente el precio de la gasolina, de la electricidad, del gas y del agua. Además, se mostraron preocupados por el agotamiento de los recursos energéticos, las consecuencias ambientales del gas, petróleo o carbón y el incremento de las tarifas energéticas. Por el contrario, no mostraron preocupación por la dependencia en el suministro de energía, ni por los servicios prestados por las empresas de electricidad o gas.
Dentro de las fuentes energéticas, las renovables tienen un gran nivel de aceptación y, sobre todo, resaltan la solar y la eólica. Según la encuesta, sólo el 62% de los ciudadanos ha oído hablar de los biocarburantes y, de ellos, menos del 30% estima que estos polémicos combustibles contribuirán a la deforestación y agravarán el hambre en el mundo. La mayoría de los que conoce la existencia de los biocarburantes estima que son menos contaminantes que los combustibles fósiles como el petróleo.
Desconocimiento sobre la energía nuclear
El 54% de los entrevistados no sabe si hay centrales nucleares en España. Es un dato llamativo si se tiene en cuenta que en torno al 20% de la electricidad de los hogares proviene de esta fuente energética.
A pesar de este desconocimiento, la imagen de la energía nuclear es negativa, ya que se asocia a peligro y riesgo, aunque sólo una cuarta parte de los encuestados cree que los accidentes nucleares son muy frecuentes.
En cuanto al futuro de las plantas, la mitad estima que se debería abandonar su uso, un 24% dice que sólo se deberían utilizar las existentes pero no construir nuevas, y el 4% apoya seguir levantando plantas.