Son más de 40 las embarcaciones que han confirmado su presencia en la ciudad con motivo de este gran evento. Así, los veleros de clase A que permanecerán, con sus respectivas tripulaciones, esos tres días en la ciudad son el Alexander Von Humboldt II (Alemania), el Amerigo Vespicci (Italia), el Belem (Francia), el Creoula (Portugal), el Christian Radich (Noruega), el Cuauhtemoc (México), el Fryderyk Chopin (Polonia), el Gulden Leeuw (Holanda), el Lord Nelson (Reino Unido), el MIR (Rusia), el Morgenster (Holanda), el Pelican of London (Reino Unido), el Pogoria (Polonia), el Santa María Manuela (Portugal), el Simón Bolívar (Venezuela) y el Statsraad Lehmkuhl (Noruega).
Por su parte, los de clase B son el Atyla (España), el Jolie Brise (Reino Unido), el Maybe (Reino Unido), el Polar (Portugal), el Rupel (Bélgica), el Vera Cruz (Portugal). De la clase C recalarán en la ciudad el 4.Fun (Portugal), el Balaena (Polonia), el Black Diamond of Durham (Reino Unido), el Camelot (Polonia), el Challenge Wales (Reino Unido), el Hosanna (Francia), el Jagiellonia (Polonia), el Juan de Lángara (España), el Polonez (Polonia), el Regina Germania (Alemania), el Roztocze (Polonia), el Spaniel (Letonia), el ST IV (Estonia), el Tartessos (España), el Xanadu (Rusia) y el Zarco (Portugal).
Y los veleros de clase D que visitarán la ciudad con motivo de este evento náutico son el Akela (Rusia), el Bies (Polonia), el Politechnika (Polonia), el Rona II (Reino Unido), el Sea Lion of London (Reino Unido) y el Tomidi (Bélgica).
7-10Julio
Amberes (bélgica)
22-25Julio
regata Ilisboa (portugal)
28-31Julio
regata IICádiz (España)
11-14Agosto
regata III / Crucero en compañíaA coruña (españa)
No sabemos quién ni cuándo se hizo al mar por primera vez con el viento soplando en su velamen. Claro, que tampoco tenemos muy claro quién ni cuándo se hizo al mar por primera vez, punto. De algún modo alguien –ignoramos si un homo sapiens como nosotros (aunque con un aspecto y un comportarse algo más bruto), u otro primo nuestro, pero alguien– tuvo que llegar a Creta hace unos 130.000 años para perder unas herramientas de tecnología achelense por la parte de Plakias, donde ahora los turistas se tuestan al sol tras viajar tranquilamente en uno de esos navíos del aire que decimos aviones.
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