}

2018 ¿Y ahora qué? - Opinión

Feminismo Los hombres también se suman

Alejo Durán

Socio de AHIGE

El Movimiento de hombres por la igualdad de género nace en España en los años 80. Fue como consecuencia del trabajo con grupos de hombres, impulsados por psicoterapeutas y hombres de izquierda cercanos al feminismo que había resurgido en la transición a la democracia tras el largo invierno dictatorial.

Hasta el año 2000, los hombres que estaban trabajando su masculinidad en los grupos no se sentían seguros de dar el salto a la acción social y contar a otros hombres los descubrimientos y los cambios que habían experimentado en su persona. Solo algunos, más formados y llegados del mundo académico, se aventuraban a dar conferencias e impartir talleres sobre igualdad y masculinidad en instituciones públicas y privadas.

En 2001, un grupo de hombres de Málaga decidió que era el momento de lanzarse a la arena pública y crearon la Asociación de hombres por la Igualdad de género (AHIGE) con una clara filosofía fraguada en sus vivencias dentro del grupo: primero estaba el cambio personal y después vendría la acción social y el trabajo técnico profesional, en ese orden.

AHIGE empezó a funcionar con un pequeño grupo de socios y, tras una progresiva expansión por todo el territorio español, se convirtió en la asociación de hombres por la igualdad de referencia en el Estado Español y Latinoamérica. Su mensaje cercano y entendible fue recibido como un viento fresco y renovado en el panorama desolador de la masculinidad tradicional que impregnaba todas las capas sociales. Además, contaba en sus filas con hombres que habían vivido en sus propias carnes el cambio personal.

Hoy tenemos una red de hombres muy motivados e implicados en el trabajo por la igualdad de género, convencidos de que el cambio en los hombres es necesario y posible. Nuestro trabajo en los grupos de hombres nos enseña que lo más importante es el cuidado, la escucha, el respeto a lo personal, la horizontalidad, la adaptación a lo posible; el nuevo paradigma masculino está basado en el cambio interior como punto de partida.

Debemos renunciar a los privilegios

Participamos del Movimiento LGTBQ+ porque estamos convencidos que la fobia a la diversidad sexual es uno de los pilares que sostienen al heteropatriarcado y al machismo.

Nos consideramos parte del Movimiento feminista y nuestra sintonía y colaboración con las asociaciones de mujeres es constante. Del "útero del feminismo" hemos salido y de las mujeres hemos aprendido casi todo lo que sabemos. Ellas y nosotros somos aliadas/os y sabemos que el respeto a los dos espacios: el femenino y el masculino, es necesario. Además, encontramos lugares comunes donde la complicidad y el apoyo mutuo se sobreentiende.

Somos conscientes de que la sinergia entre las asociaciones LGTBQ+, feministas y de hombres por la igualdad es necesaria para desmantelar el sistema patriarcal-capitalista que nos oprime a todas y todos.

Los hombres que manifestamos estar a favor de la igualdad de género tenemos que ser consecuentes con nuestro discurso y apostar por una masculinidad disidente del modelo tradicional. Debemos renunciar a los privilegios envenenados que el sistema patriarcal nos otorga, recuperar espacios de cuidados asignados injustamente a las mujeres, compartir las tareas domésticas en igualdad, no admitir las violencias machistas ni el sexismo, reivindicar los permisos de paternidad iguales e intransferibles y denunciar la brecha salarial y la educación sexista, entre otras muchas cosas. En definitiva, debemos trabajar codo a codo con las mujeres por una sociedad justa e igualitaria.

El 8M pretende hacer visible a la sociedad la importancia del trabajo productivo y reproductivo de las mujeres haciendo que, por un día, la actividad social y económica se paralice y demostrar así al mundo, a los gobiernos y a la sociedad que las mujeres son imprescindibles para que el mundo funcione.

Los hombres que somos demócratas tenemos la oportunidad de facilitar, apoyar y ayudar a que las demandas de las mujeres se oigan y el sueño de la igualdad real esté más cerca.