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1984

Discriminación Ratificar la CEDAW: compromiso contra la discriminación

Begoña San José SERRÁN

Fórum de Política Feminista

Los derechos o son universales, o son privilegios. El movimiento feminista lo sabe bien, ya que desde que la Ilustración, hace más de dos siglos, consagró los principios de libertad, igualdad y solidaridad, ha luchado contra la exclusión de las mujeres de la ‘universalidad’ del derecho a la educación, al voto, al trabajo pagado… Pero también ha tenido y tiene que luchar para extender sus conquistas, más allá de una élite social o de ciertos países, a todas las mujeres del mundo.

El movimiento feminista en el Estado español tiene poca tradición internacionalista, ya que el franquismo impuso la autarquía y no fue admitido en Naciones Unidas en la década de 1945 a 1955, en la que se fraguó la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, que incluye la igualdad de derechos de hombres y mujeres, gracias a la norteamericana Eleanor Roosevelt, la india Hansa Mehta y otras.

Y también estuvimos hasta 1986 fuera de la CEE (hoy Unión Europea), cuyo Tratado constitutivo establecía ya en 1957 la igualdad de retribución entre mujeres y hombres, sobre la que sesenta años después dice el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: "No nos metamos en eso".

Cuando Naciones Unidas declaró 1975 como Año Internacional de la Mujer y convocó en junio la I Conferencia Mundial de la Mujer en México, nos representó la Sección Femenina. Pero las organizaciones feministas, aún en la clandestinidad, elaboraron reivindicaciones, realizaron movilizaciones y reunieron a más de 500 mujeres recién muerto Franco. De ahí estábamos saliendo cuando la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó en 1979 la CEDAW (Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer) que España tardó cuatro años en ratificar, excepto para la sucesión en la corona.

La Cedaw exige a los gobiernos políticas para eliminar la discriminación

La CEDAW es importante porque no es una mera recomendación, sino una ley para los 190 Estados que la han ratificado, lo que la hace casi universal, con la importante excepción de EEUU; porque exige a los gobiernos políticas para eliminar la discriminación, y porque tiene un comité de expertas independientes que cada cinco años evalúa a cada Estado, en base no sólo al Informe de los gobiernos, sino a los Informes Sombra de las ONGs, más críticos, como el de 270 ONGs de España en 2015.

En sus observaciones sobre la aplicación de la Convención por España en el periodo 2008-2014, el Comité CEDAW pidió reponer la educación para la igualdad eliminada por la LOMCE, la sanidad universal y el Ministerio de Igualdad, financiar la Ley de Dependencia, reducir la demanda de prostitución y no restringir el derecho de las menores de 18 años al aborto, medidas aún no cumplidas por el Gobierno, quien también se niega a reparar a Ángela González Carreño por el asesinato de su hija de siete años por su exmarido tras más de 30 denuncias, como estableció el CEDAW en base a su Protocolo de 1999 sobre casos individuales.