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Entrevista

Aborto El tren de la libertad: el movimiento que sostuvo el derecho a decidir

Beatriz Asuar GALLEGO

Periodista

Una marea violeta se levantó en Madrid el 1 de febrero de 2014 contra el anteproyecto de la ley de la reforma del aborto del entonces Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón. La protesta de aquel sábado recorrió las calles más céntricas de la capital y se conoció por todo el mundo como "El tren de la libertad".

En el año 2010 el gobierno socialista encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero realizó una reforma de la ley del aborto que despenalizó la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras 14 semanas. Pero el Partido Popular de Mariano Rajoy cuando llegó al poder en 2011 impulsó una modificación de la ley y, tras dos años de polémicas y aplazamientos, el 20 de diciembre de 2013 los conservadores aprobaron el proyecto considerado por especialistas sanitarios y jurídicos como la más restrictiva de la democracia, la Ley de Protección a la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada.

Desde que se conoció, el movimiento feminista se alzó contra ella, siendo ‘El tren de la Libertad’ el punto cúlmen de todo un proceso de lucha en defensa por el derecho a decidir. La protesta nació en Asturias, del grupo de la Tertulia Feminista Les Comadres y la organización Mujeres por la Igualdad de Barredos. La participación superó las expectativas y se convirtió en una de las movilizaciones más multitudinarias de los últimos años.

La convocatoria también tuvo eco en el panorama internacional con manifestaciones en varias capitales europeas como París, Roma, Londres, Luxemburgo o Edimburgo, y en Buenos Aires en Latinoamérica.

Begoña Piñero Hevia, presidenta de la Tertulia Feminista Les Comadres, cuenta cómo fue esta iniciativa.

¿Cómo comenzasteis a trabajar sobre este movimiento?

Desde la tertulia feminista Les Comadres siempre hemos trabajado desde que nos formamos en el año 1996. El derecho a decidir y a interrumpir voluntariamente el embarazo siempre ha sido un tema central entre nosotras. La ley que teníamos entonces de Felipe González no nos servía y no era todo lo que pedíamos desde el movimiento feminista.

¿Por qué la ley de Felipe González no servía?

Era un primer paso. No era la que queríamos el movimiento feminista porque no queríamos una ley en la que nos tuviéramos que hacer pasadas por locas, porque no teníamos nada que llevarnos a la boca para comer o que habíamos sido violadas para abortar. Pero nos sirvió para romper el hielo porque el aborto estaba hasta peor visto que el divorcio. Trabajábamos por una ley como la de nuestros países del entorno. Una ley que nos haga sentirnos como mujeres mayores de edad y adultas y con la que podamos decidir por nosotras mismas si queremos ser madres o no.

Parece que antes había más separación pero cuando llegó el anteproyecto de ley del Partido Popular se consiguió aunar a todo el feminismo por el derecho a decidir y frente este proyecto, ¿cómo fue todo el proceso de juntar tantas mujeres y colectivos?

Fue increíble. Cuando hablábamos con alguien reticente porque no estaban de acuerdo con la ley socialista yo les decía: debemos separar lo necesario de lo urgente. Es necesario avanzar con la ley, pero ahora con lo urgente es que no nos la quiten. Ahora lo urgente es parar el anteproyecto. Esta idea caló y el alcance de El tren de la libertad fue una verdadera sorpresa porque para nosotras la acción es para cien personas y eso ya lo veíamos como un hito. Estábamos cansadas de manifestarnos por todos lugares de españa y ver muy poquita gente, por lo que para nosotras salir cien personas en tren desde Asturias ya nos parecía un hecho extraordinario. Cuando vimos la que se montó gracias a las rrss, gracias al clamor popular, gracias a las mujeres, gracias a que el PP nos tenía hasta las narices... fue cuando se convirtió en un gran hito.

¿Cómo organizasteis la marcha el tren de la Libertad?

Hay dos partes. La que salió de Asturias con nuestro sello de organización y que fue la idea que la inició. Y la segunda cuando nos vimos desbordadas porque recibimos mensajes de partes de todo España y pedimos ayuda para la organización a la plataforma de que formábamos parte, Decidir nos hace libres. El campamento base era Gijón, pero teníamos esta ayuda de la plataforma desde Madrid. Y sin esta ayuda no hubiera sido posible: fueron quienes contactaron con la Solfónica, con las batucadas, y muchos más colectivos.

¿Cómo valoráis todo el movimiento que se creó?

Tan positivamente como que al año siguiente se formó el 7N. Tan positivamente que cada vez que hay una manifestación feminista las mujeres y los hombres salen a la calle. Y, sobre todo, tan positivamente que conseguimos lograr echar abajo el anteproyecto de ley y conseguir la dimisión de Gallardón. Pero, siempre sin bajar la guardia, que el PP sigue gobernando y con ellos estamos viviendo una involución de derechos y libertades en todos los ámbitos, evidentemente, también en los derechos y libertades de las mujeres.

Y así se convirtió en uno de los mayores éxitos del feminismo.

El movimiento feminista está lleno de éxitos, porque las mujeres estamos mucho mejor de lo que estaban nuestras antepasadas, exceptuando en la época de la República en la que sí lograron y avanzaron mucho más en derechos y libertades.

Lo que pasa que al movimiento feminista nunca se le reconoce estos éxitos. Pasa por ejemplo con la violencia de género, que cuando se habla de ella nunca se nombra al movimiento feminista que fue quién lo puso sobre la mesa y consiguió que se llevara a la prensa en la prensa,. Lo mismo con la brecha salarial y con el derecho a decidir. Todo lo que se ha logrado son victorias del movimiento feminista.

¿Y esto sucede porque las mujeres estamos invisibilizadas?

Esta es la parte más importante: que ni siquiera las conquistas no las reconocen. Con El tren de la libertad no nos lo pueden negar, pero sino hasta esto lo invisibilizarían, como hacen con todos los logros de todas las mujeres. Esta es la función del patriarcado: las mujeres no existimos más que si somos madres, esposas o putas. Y no es lamento ni ir de víctimas, es la realidad, es constatar datos.

¿Cómo valoráis la ley actual del aborto?

Con la Ley de Zapatero las menores hasta los dieciséis años en determinadas situaciones podían interrumpir voluntariamente el embarazo sin el consentimiento de un tutor o tutores. La ley actual no contempla esto, y creemos que sí debe permitirse que las menores puedan decidir si quieres ser madres o no. Esperamos retomar algún dia esto y pueda cumplir, porque una ley del aborto en condiciones no hace que se aborte más, solo que se haga con seguridad.

Además la ley de Zapatero tenía una parte de educación sexual y sobre métodos anticonceptivos. Nunca se llevó a cabo, pero es una parte fundamental, tanto en los colegios como en las casas. Las familias también tiene aquí un papel muy importante: que la sexualidad no sea un tema tabú y que las niñas sepan que no tienen que decir siempre que sí.

¿Cómo podemos seguir avanzando para seguir ganando nuestros derechos?

Cuotas de libertad, de poder y de decidir, para las mujeres. Y coeducación. Como dice Amparo Tomé, es necesario llevar feminismo a las aulas.