Un menú caliente para los que no tienen ni para cocinar

  • Agencia Atlas - 14/04/2021 15:52
De ser empresario ha pasado a depender de la caridad por culpa de la pandemia. Las colas del hambre se nutren ahora de gente como él obligado a cerrar su empresa de rutas a caballo por las restricciones. Él también ha tenido que recurrir a este comedor social tras perder su trabajo en la hostelería. El drama de muchos de ellos se agudiza porque ya no es que no tengan para comer es que ni siquiera pueden cocinar porque ni siquiera tienen dónde. Y en caso de tener cocina su situación es tan precaria que no tienen ni para pagar el gas. En el comedor social La Esperanza les dan un menú caliente. Acuden 150 personas cada día. Antes solo atendían adultos pero ahora vienen también familias con niños porque no tienen ningún ingreso para sostener la comida diaria familiar. Lo peor es que de momento no se ve la luz