Público

Docentes en la calle con la distancia de seguridad que muchos de ellos ya denuncian que no se va a cumplir en sus clases. Con 30 centímetros en algunos casos entre pupitres de unas aulas preparadas para 27 alumnos, por encima del ratio máximo de 20, y sin más medidas que un gel desinfectante. Ocurre en Almería donde esos mismos profesores ya han mostrado en persona su descontento al consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda. El objetivo principal, compartido entre gobierno central y comunidades, el de la enseñanza 100% presencial, arranca este lunes en cinco autonomías. En unas semanas se irán sumando el resto, todas ellas en las fechas previstas, salvo Asturias y Murcia, que retrasan su comienzo. La primera entre 12 y 18 días y la segunda siete más tarde, para poder realizar los tests previstos a sus docentes y adecuar los centros escolares ante la realidad de la pandemia. Aplazamiento que, también, exige el profesorado en Baleares, mientras en Canarias su consejera de Educación admite que el inicio podría ser online en al menos tres islas si no baja el índice de contagio. En Madrid, a las amenazas de diferentes huelgas educativas, se suman unos tests que obligan a entre dos mil y dos mil quinientos profesores a realizarse pruebas PCR para confirmar si tienen el virus. Todo a dos días del inicio escolar madrileño y con una bolsa de interinos que no se repartirá hasta este lunes. Sobre el protocolo ante positivos, solo se plantearía el cierre total del centro ante un brote descontrolado.