Giulio recorre cada día varios kilómetros para conectarse a Internet y atender a sus clases

  • Agencia Atlas - 16/04/2020 08:50
Frente a su ordenador, Giulio se dispone a comenzar sus clases, pero un fallo en la línea telefónica no se lo permite. En lugar de desistir, guarda sus libros en una mochila. Tal y como él mismo cuenta, abandona su casa. En el coche tiene todo lo que necesita: una mesa y una tableta. Recorre varios kilómetros junto a su madre hasta llegar literalmente al medio de la nada. Cuesta creer que aquí sí funcione la conexión. Reconoce que preferiría estar en el colegio con sus amigos, pero al menos aquí puede verlos a través de la pantalla. Y en cuanto a los ruidos, confiesa que a veces el sonido de alguna cabra le desconcentra, pero nada importante. Todo esto lo hace posible Gloria, su madre. Están en una situación complicada, no les arreglan la línea y ella se las ingenia con su teléfono móvil. Hace las veces de rúter y permite que las lecciones lleguen incluso a la campiña toscana. -Redacción-