Los tres pies al gato | 'Seres no racionales en el PSOE', por Ana Pardo de Vera

publicado el 28 de Octubre de 2022

En 2020, en España, 286.000 perros y gatos llegaron a las protectoras, abandonados, perdidos o cedidos por sus dueños. Son datos de la Fundación Affinity, que, a falta de un registro oficial, toman como referencia las instituciones responsables de este asunto. De esos animales abandonados en 2020, 162.000 eran perros.

La recogida de perros abandonados fue más alta en enero, mes en el que acaba tradicionalmente la actividad de caza en España, y supone un 10,6% del total de perros abandonados, o sea, y haciendo un cálculo a grosso modo, podemos decir que unos 17.170 perros fueron abandonados al finalizar la temporada cinegética.

Estos perros, según las leyes autonómicas de caza, y ahora también según el PSOE nacional, son cosas, herramientas de caza, armas para matar otros animales. La mayoría de los canes son galgos y podencos. Les sonarán las razas porque son los perros más veces maltratados y asesinados y parece que ya hemos normalizado esas fotos en las que aparecen colgados de los árboles, enterrados o lanzados a un pozo con un tiro en la cabeza o abandonados en los márgenes de la carretera. La mayoría de las veces, estos animalitos mueren de hambre, frío, calor, sed, enfermos o atropellados. Las menos veces, son recogidos por asociaciones animalistas o buenas personas que les curan el miedo y la enfermedad y les dan cobijo o les buscan adopción.  

Muchos de los galgos son felizmente adoptados en el extranjero, donde se muestra una gran empatía por estos animalitos dulces e inteligentes a los que en España, el principal partido del Gobierno quiere negarles sus derechos. Hasta Bruselas se ha pronunciado preocupada por este asunto del maltrato animal en España contra los perros de cazadores y que solo encuentra similitudes en ‘democracias’ europeas tan avanzadas -y permítanme la retranca- como Eslovaquia o Hungría.

Hace tiempo, mucho tiempo, que en España, la caza ha dejado de ser necesaria como forma de alimentarse y abrigarse. La matanza de animales obedece en su práctica totalidad al ocio y divertimento de seres humanos: llaman deporte a matar seres no humanos, que se crían incluso para ser matados, utilizando para ello, entre otras armas, a perros de caza, galgos y podencos, sobre todo.

El PSOE, en sintonía con sus barones, ha decidido que estos perros-armas son animales de segunda y no merecen los derechos de otros animales más afortunados y que cuentan con la empatía generalizada de la sociedad. Como si galgos y podencos no sufrieran, no sangraran, no sintieran como el resto de animales, incluidos nosotros, las y los seres humanos.

Es tan desgarradora la conclusión de los socialistas que los convierte automáticamente a ellos en seres no sintientes: no sintientes del dolor y el sufrimiento que nos une, entre otras muchas cosas, a todos los animales, racionales o no. Y con lo de no racionales me refiero estrictamente a los animales no humanos, aunque pudiera parece que señalo a los humanos del PSOE. Eso lo han pensado ustedes. 

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