Citroën C4 Cactus 2018
Más confortable y discreto, abandona las barras del techo y los refuerzos de plástico de las puertas. Llega en 2018 para sustituir al C4.

En París, unos meses antes de que llegue al mercado, hemos asistido a la presentación estática del renovado C4 Cactus. Para Citroën, no supone solo la actualización de un modelo de éxito sino también de un cambio en la filosofía del mismo, en el que toma protagonismo su vertiente más confortable.
 
Los cambios mecánicos se circunscriben a una suspensión más elaborada pero, por posicionamiento comercial, el modelo pasa a ser una berlina compacta, ocupando el lugar del actual C4, que dejará de producirse. Es lógico, pues con el lanzamiento del nuevo C3 el pasado año y la ofensiva SUV Citroën, con el C3 Aircross, C4 Aircross y el C5 Aircross, estaba claro que el nievo C4 Cactus tendría que pasar a ocupar un sitio entre las berlinas compactas, con una personalidad propia y un confort superior. 
 
El recién llegado conserva parte de la personalidad del original, aunque ahora es más discreto. Sin cambiar apenas las dimensiones exteriores (es solo 13 milímetros más largo), el renovado Cactus estrena nuevos paragolpes, elimina las llamativas barras del techo y, sobre todo, desparecen los Airbumps, los refuerzos de plástico que protegían los laterales de las puertas de los roces con otros coches aparcados, y los sitúa en la parte baja de las mismas, con un diseño más estiloso pero, quizás, menos práctico.
 
Tradicionalmente, Citroën ha sido la marca de referencia en el confort automovilístico. Con este modelo pretende volver a serlo. Sus ingenieros han desarrollado un asequible sistema de amortiguación hidráulica progresiva “PHC” con el que, dicen, aumenta el filtrado de los baches y mejora calidad de rodadura.
 
Consta de unos amortiguadores diseñados por Citroën y fabricados por la firma Kayaba, que disponen de unos topes hidráulicos internos complementados por otros externos fabricados en un material denso. Su objetivo es frenar progresivamente los movimientos más acusados, tanto en compresión como en expansión, y evitar los golpes bruscos al chocar en el tope de su recorrido, como es lo habitual en los demás modelos.
Añade también los nuevos asientos “Avanced Comfort” con un mullido rediseñado y apoyo lumbar ajustable para lograr una comodidad de primera.
 
La marca argumenta que la combinación de ambos sistemas filtra eficazmente las irregularidades de la carretera, dando la impresión de viajar sobre una alfombra mágica, a lo que añade un gran esfuerzo en materia de insonorización, a base de gruesos cristales encapsulados, juntas de estanqueidad y más material aislante entre el motor y habitáculo. En total se han añadido 15 kilos de material insonorizante.
Estamos impacientes por probar en persona la eficacia real de estos sistemas.
 
Añade mucho más equipamiento de serie, con doce sistemas de ayuda a la conducción, como el Frenado automático de emergencia “Active Safety Brake”, Reconocimiento de señales de tráfico y de velocidad, Alerta por cambio involuntario de carril, Alerta por cansancio y atención del conductor, Vigilancia del ángulo muerto, “Park Assist”, Cámara de visión trasera, Ayuda al arranque en pendiente, Iluminación estática de cruce, Grip Control, Arranque y acceso manos libres.
Sin olvidar la abundante conexión con el universo digital, mediante funciones del Navegador, Mirror Screen y Connect Box con S.O.S.
 
En el habitáculo dispone de más huecos portaobjetos, como uno cerrado y profundo en la consola central y una zona antideslizante para situar los smartphones con tomas de 12V y USB. También se han montado asideros en el techo, que se echaban de menos en el modelo anterior. La iluminación interior se ha mejorado mediante luces LED, ahora ya sobre las plazas delanteras y traseras. El retrovisor dispone de sistema anti-deslumbramiento y los exteriores son abatibles eléctricamente. Para llevar más lejos la personalización, se ofrecen cinco tipos de llantas de aleación y cinco ambientes diferentes en el habitáculo, combinando tejidos, materiales y colores de asientos y salpicadero.
 
No obstante, conserva alguno de los inconvenientes que ya señalamos en la versión anterior, como las arcaicas ventanillas de las puertas traseras, de apertura por compás, el techo panorámico sin cortinilla y la ausencia de botones físicos para manejar el climatizador (ha de hacerse por medio de menús en la pantalla).
 
Mecánicamente, estará dotado de los motores de gasolina de tres cilindros Puretech, con potencias de 82 y 110 CV y cambio manual o automático de seis marchas. En Diesel, contará con el BlueHDI 100 CV. En otoño de 2018 llegará un nuevo propulsor de gasolina de 130 CV y otro Diesel de 120 con caja automática EAT6.
 
Aún no se conocen los precios de venta, pero sí que, con la llegada del nuevo Citroën C4 Cactus durante el primer trimestre de 2018, dejará de fabricarse el Citroën C4. 

Fuente: Vida Premium
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