El nuevo MINI Clubman
Sin renunciar a la conducción divertida del modelo original, alarga su carrocería hasta 4,25 metros y añade un plus de habitabilidad.

Podríamos decir que el Clubman es la versión ‘familiar’ del MINI, un original concepto de automóvil deportivo Premium que crece en longitud hasta los 4,25 metros (27 centímetros más) en carrocería de 5 puertas con un maletero de 360 litros de capacidad –ampliable a 1.250 litros con los asientos traseros abatidos- y un sistema de apertura de puertas con dos hojas que nadie tiene en este segmento.
La nueva versión ha sido presentada a la prensa durante el Salón del Automóvil de Frankfurt y ya está lista para su comercialización en los próximos meses a falta de detalles importantes como la fecha y tarifa de precios para nuestro mercado. El emblema Clubman luce en la parte trasera del coche, que podrá solicitarse en nuevos colores de carrocería –Melting Silver metalizado y Pure Burgundy metalizado-, además del techo y las carcasas de los retrovisores exteriores en blanco, negro o plata, contrastando con el resto del color del coche.
Una larga línea del techo y la trasera en vertical con las características puertas ‘Split Doors’ y pilotos integrados son los rasgos característicos que distinguen al nuevo MINI Clubman, que desde el pilar central hasta la parte delantera no representa ningún cambio respecto a las versiones de tres y cinco puertas que ya se comercializan de esta nueva generación.
Lo que sí podemos avanzar son las mecánicas que montará, que son tres de gasolina con tecnología TwinPower Turbo de 1.4 litros con 102 CV para el One Clubman, 1.5 con 136 CV en el Cooper Clubman y 2.0 de 192 CV en el Cooper S Clubman, y tres diesel de cuatro cilindros con tecnología TwinPower Turbo, un 1.5 de 116 CV en el One D Clubman, 2.0 de 150 CV en el Cooper D Clubman y 2.0 de 190 CV en el Cooper SD Clubman, todos cumpliendo la normativa Euro6 de gases de escape.
En cuanto al interior, encontramos un nuevo concepto con el salpicadero ancho que va revestido en forma de elipse por todo el contorno y el velocímetro y cuentarrevoluciones sobre la columna de la dirección, sin olvidar el clásico panel de control central integrado que lleva el anillo LED interactivo y freno eléctrico de estacionamiento.
El equipamiento de serie incluye control dinámico de estabilidad (DSC), sistema de control dinámico de tracción (DTC), bloqueo electrónico del diferencial (EDLC) y en el caso del Cooper S se incluye reglaje específico de la amortiguación y suspensión adaptada a un modelo con vocación más deportiva. Mediante un botón giratorio que hay junto a la palanca del cambio se accede a los MINI Driving Modes que permite seleccionar tres configuraciones –MID, SPORT y GREEN- que inciden sobre la curva de aceleración, dirección y rapidez del cambio de marchas en el caso de montar la caja opcional Steptronic. 

Fuente: Vida Premium
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